Locutorios, Falsedad documental y delitos conexos
En línea con los artículos anteriores, expondremos de qué manera, los delitos conexos a la falsedad documental se benefician del sistema de envío de dinero – anónimo y rápido – que caracteriza a los locutorios.
Nos referiremos a la financiación del terrorismo, las estafas nigerianas, los falsos secuestros y el blanqueo de capitales.
La “financiación del terrorismo” se encuentra regulada en nuestro país por el artículo 576 del Código Penal. Gran parte del dinero destinado a financiar el terrorismo se moviliza a través de Redes Hawala, legal en muchos países, la cual es un sistema de transferencia de dinero anónimo y discreto que conecta a emisores y receptores. (Hawala significa “transferencia” en la jerga bancaria árabe)
Los intermediarios en estas operaciones, suelen ser personas que se encuentran al frente de locutorios, aprovechan dicha ventaja para realizar los envíos de capital implicándose así en la organización criminal. Gracias al sistema de la Red Hawala la recepción de esos activos se produce de una forma veloz, secreta y efectiva.
Diversas fuentes estiman que actualmente en nuestro país existen más de un centenar de locutorios y carnicerías que están conectadas a la Red Hawala, donde circulan aproximadamente 300 millones de euros al año, dato que manifiesta la importancia de controlar el dinero que se mueve y a las personas que lo realizan.
Otro de los delitos relacionados es la “estafa”, ilícito penal regulado en los artículos 248 y siguientes del Código Penal. De manera simplista, entendemos por este acto el hecho de engañar a una persona para lograr que realice una acción que supondrá un beneficio para el estafador en detrimento de los bienes jurídicos de la persona manipulada.
Quienes las llevan a cabo, en general, pueden encontrar grandes ventajas a través de los servicios que prestan los locutorios, donde adquieren gran protagonismo las denominadas estafas nigerianas.
En ellas se sigue un método definido: inicialmente se envían de manera masiva correos electrónicos a distintos usuarios en los que se anuncia por ejemplo el haber ganado un premio de lotería o recibido una herencia.
Si el mensaje recibe una respuesta positiva, el estafador continuará con la mentira prometiendo un considerable beneficio económico. Sin embargo, el estafador previamente argumentará que es necesario realizar distintos pagos para resolver trámites que permitan llevar a cabo el desembolso, consistiendo normalmente en supuestas tasas, impuestos o aranceles.
El objetivo es conseguir que la víctima haga las transferencias a través de los locutorios, los cuales garantizarán el anonimato de los movimientos. Una vez ha proporcionado una cantidad económica determinada, el estafado nunca vuelve a saber más de su premio de lotería o su herencia.
Hablamos de una técnica que data de cinco siglos de antigüedad y, desde que comenzó a ser perseguida por la justicia, se ha cobrado miles de víctimas en todo el mundo que han perdido decenas de millones de euros.
La siguiente modalidad de estafa, algo más reciente, pero que sin embargo ha adquirido una gran importancia en los últimos años, es la conocida como “el falso secuestro”. Consiste en llamar indiscriminadamente a números de teléfono – sobre todo fijos – para comunicar a quienes contesten que un familiar suyo ha sido secuestrado y exigir un pago económico a cambio de su liberación.
El secuestro nunca se ha producido pero, si el sujeto al que se ha llamado no tiene manera de comprobarlo lo más probable es que, acceda a realizar el pago que el estafador le exige. El criminal exigirá a su víctima que la transferencia de dinero se lleve a cabo a través de un locutorio, preservando así su anonimato.
Desde hace dos años, se ha observado un repunte significativo en nuestro país. Los números de teléfono desde los que se suelen recibir las llamadas estarán ocultos o precedidos de prefijos procedentes de Sudamérica.
El equipo experto de FOXid proporciona múltiples consejos que puedan resultar de ayuda para no convertirse en víctima de este timo.
A lo largo de este artículo habéis podido observar la gran biblioteca delictiva en relación a los locutorios y la importancia de identificarse antes de realizar un envío de dinero y, por ello, queremos tratar brevemente la conexión existente entre los locutorios y el blanqueo de capitales.
Este delito tipificado en nuestro Código Penal en sus artículos 298 y siguientes, desarrolla la manipulación de bienes de origen delictivo con el fin, generalmente, de ocultar la procedencia de los activos y eludir sus consecuencias jurídicas.
Una manera muy eficaz de blanquear el dinero procedente de actividades delictivas es la inserción del mismo, a través de locutorios, en el flujo legal. De esto se beneficia sobre todo el narcotráfico. Se envía dinero sucio, cuya existencia queda registrada dejando un rastro legal que conduce a un destinatario no relacionado con el crimen. Este, a su vez, lo introducirá en el flujo de capital legal existente. Los propietarios de los locutorios son, habitualmente, desconocedores de la procedencia del dinero, e ignoran cuándo a través de su servicio se está blanqueando capital. En caso de ser conscientes del delito, es un obstáculo difícilmente salvable debido a la falta de rigurosidad a la hora de la identificación y las altas tasas de fraude documental existentes.
Equipo Experto en Falsedad Documental de FOXid